sábado, 8 de octubre de 2011

Crónica de un concierto solidario

Rafa Lorenzo y Rafito en el Concierto Solidario

Ayer de nuevo nos juntamos una veintena de artistas para recaudar fondos y lanzar la llamada solidaria con la que intentar salvaguardar la dicha y el futuro de Javier “el nenu de Ujo” cuyos padres han de someterse a una operación delicada de concepción con el fin de que el cordón umbilical del nuevo ser traiga en su árguma la luz y la esencia que revitalice al pequeño enfermito de esta localidad de Mieres del Camino
El auditorio del Centro Municipal Integrado Gijón Sur de Pumarín, en la ciudad de Jovellanos, se llenó a rebosar de gentes venidas de las cuencas y de la ciudad anfitriona, “un millón de amigos” tal y como cantábamos todos a coro al inicio del programa con el protagonista en primer término como uno más, arrancando los primeros aplausos por su desenvoltura escénica que ya dije en otra ocasión, auguro futuro en esto de la farándula, si es que otras vocaciones no tercian su apetencia hacia otro devenir, sea cual sea prospero.

Antes de comenzar, entre bambalinas Cholo Juvacho, (¿showman?) veteranísimo, hablaba con el cantautor local Víctor, la cuarta pata del banco que se llamaba Zapato Veloz, aquellos viajantes del tractor amarillo, y del gallego en la luna, compositor admirado de su Gijón del alma, revisaban la lista de participantes y reconocían a los más viejos; Rafa Lorenzo, - eh, que estoy aquí detrás, advierto antes de que se les ocurra poner alguna pica en Flandes, son mis buenos amigos y perdura el chascarrillo y el sentido del humor. Cholo contaba el ultimo chiste de su repertorio: “Ta la cosa ta tan jodida que el otro día vi en la plaza de San Miguel de Oviedo a un cobrador del frac corriendo detrás de otro cobrador del frac”... Justo llega el musicólogo y trovador, Héctor Braga, sumándose a la tertulia de anécdotas y refiriendo entre ellas, la cantidad de nombres con los que le dicen al instrumento con el que se acompaña, la zampoña o rabel asturiano, “lo último que le nombraron fue “xiringuelu”, un locutor de una emisora de radio, otros le dicen, cachivache, artilugio… Cholo ingenioso y puntual le llama, “chintófano”… carcajadas; llaman desde el escenario a Rafito y a mí para que probemos la voz y las guitarras; media hora para conseguir que sonara por los altavoces, al final una maldita pila de 9 voltios nos tenía secuestrada la amplificación, una mínima caja de inyección  de la que a nadie se le ocurría pensar que tenía una pequeñísima fuente de alimentación para que saliese al aire los punteos y rasgueos.


Éramos los únicos que llevábamos la música y la voz, todo en directo, salvo Héctor y su peculiar cajón de música con rabil, que a mi se me antoja, echándole imaginación, similar a aquellas viejas copiadoras del cuaternario conocidas como “vietnamitas” con las que la clandestinidad lanzaba a las calles destintadas hojas volanderas, canto de libertad, esperanza y sentido común anti fascista.
La prueba se solventa en seguida, pero nos reserva la sorpresa de que cuando nos toca actuar de verdad, de nuevo las guitarras se hacen mudas y nos tienen en vilo un par de minutos que parecen dos años bisiestos.

 En fin, “cosas del directo” dice una señora de las primeras filas, las tablas que me acompañan me permiten relajar la situación sin tener que contar chistes ni hacer cosas que no desdigan mi estilo y “decencia”. Cantamos por fin “Elogio del oso pardo” y he de decir que los presentadores, Maritere y Honorino, además de ser máximos responsables de todos estos eventos desde su asociación cultural en Ujo, dan una pincelada de humor para presentarnos, con este diálogo semi improvisado:

ELLA:  Uno de los más grandes cantautores de esta región, folclorista y autor de canciones muy apaludidas, que además ha puesto música a los grandes poetas, Lorca, Hernández, Camín… con Rafito van a interpretar…
EL: (entra dando bandazos, tumbos de borracho, con la chaqueta al hombro y la voz entrecortada y pastosa) - Trae los papeles, déjame decir a mí algo, (trata de leer el título de la canción), dice:  El ojo del oso que saco a Alfonso en el camín.
Grandes carcajadas, dentro y fuera del escenario…
ELLA: No, hombre, “Elogio del oso pardo…” del poeta Alfonso Camín.

Antes de entrar a escena, me cruzo en el pasillo con el gran Vicente Díaz, nos saludamos como siempre con un apretado abrazo; acaba de llegar de Buenos Aires y planea marchar a Venezuela, hablamos con Cholo que también se va a México en próximas fechas, y de allí vino hace poco Héctor Braga y allí nos embarcaremos si las cosas siguen por buen camino los de La Caravana del Verso…
 Todo son alabanzas a los tres países hermanos del otro lado del charco. La peña asturiana allí es incombustible, alimentada de criollos y nativos de ambas sangres, derroche de cualidades, se deshacen de todo a pesar de las estrecheces que se viven, en América y en Europa.
 A todos nos afecta, pero cuando suena la gaita, cuando restalla el pandeiro, cuando la voz melguera que rememora en bable a la vieja tierrina, todo se endulza en empatía, morriña y proximidad a pesar de la lejanía aunque se tenga internet.
Los jóvenes artistas que completan la función, algunos televisivos, otros poco conocidos para los que ya peinamos canas y no estamos en la onda, todos, absolutamente todos de una inmensa calidad artística, van entrando y saliendo para dar lo mejor de su yo y de su ego en pos de una causa que por encima de cualquier anécdota y de cualquier satisfacción profesional tiene la solidaria intención de perpetuar esa sonrisa limpia y clara de un hombrecito mierense al que la ciencia, y esta vez sí que sí, no puede ser de otro modo, le conmutará definitivamente porvenir que el destino hasta ahora, se lo viene augurando tan incierto.
Que así sea.
Rafa Lorenzo, Oviedo, 8-10-2011


 

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