El local abarrotado dio sinceras muestras de afecto y aprecio a nuestro estilo musical de cantautor al uso, mostrando entusiasmo y atención en todas y cada una de las casi veinte canciones que interpretamos en este recital a modo de antología con el que pretendía mostrar una selección musical de mi discordia y a la vez ahondar en la intimidad de mis mejores canciones y mis poetas preferidos.
Acompañado al teclado por Marcos Maoxu y el bajo eléctrico y haciendo voces de Rafito Lorenzo, salimos contentísimos aun más cuando el respetable puesto en pie, aplaudiendo agradecido, nos hizo interpretar algunos bises.
Hora y media de goce musical desde el escenario y desde los asientos del local, también hubo gente de pie. Gracias a la Asociación Serondaya porque con este tipo de iniciativas, aparte de darnos trabajo a los músicos que buena falta nos hace, programa y difunde actividades culturales y populares que han de servir de ejemplo a otras instituciones con muchos mas recursos económicos pero sin duda carentes de este espíritu y carisma que les engrandece.